La importancia del aprendizaje permanente para los adultos, especialmente para los adultos poco cualificados y con un bajo nivel educativo

En nuestra sociedad, tendemos a relacionar la educación con los jóvenes: los niños en edad escolar y hasta la universidad. La atención se centra en las generaciones más jóvenes como nuestra esperanza para el futuro. La idea es que si invertimos en su educación, estaremos contribuyendo a garantizar un futuro mejor.

Aunque, por supuesto, es esencial invertir dinero, tiempo y otros recursos en la educación de los niños -y, de hecho, deberíamos invertir mucho más de lo que invertimos-, con demasiada frecuencia pasamos por alto o ignoramos por completo la importancia del aprendizaje para los adultos.

Los adultos se benefician del aprendizaje tanto como los niños. Lo necesitan por varias razones: para mantener la mente despierta, para encontrar trabajos que les satisfagan y para ser miembros activos de la sociedad.

Foto de Monica Melton en Unsplash

Aparte de los beneficios que los propios adultos reciben del aprendizaje, debemos reconocer que la sociedad también se beneficia. Sí, los niños pueden contribuir a mejorar el futuro, pero también los adultos. Y, de hecho, muchos adultos ya tienen importantes experiencias vitales a sus espaldas que los convierten en un gran recurso y fuente de ideas sobre cómo podemos mejorar nuestra sociedad.

Es hora de dejar de ignorar a los adultos cuando se trata de aprender. Permitiendo que los adultos aprendan, mejoramos nuestra sociedad y ayudamos a construir un futuro mejor tanto para los adultos como para los niños.

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